La mente es la precursora de la mayoría de nuestros pensamientos. Según diferentes estudios, una persona promedio puede llegar a pensar alrededor de los 70mil pensamientos al día. La gran mayoría de estos pensamientos son improductivos y auto-abusivos, lo que supone a su vez un desperdicio general de nuestra energía, es decir, esos pensamientos exagerados, injustos, desmedidos, ineficaces hacen mermar nuestra energía y, por ende, sentirnos cansados, con desgana, con apatía y sin fuerza en muchas ocasiones para afrontar el día con entusiasmo y vitalidad.
Es por este motivo que, para saber cómo “hacerse amiga” de la mente es vital detectar y observar el contenido de los pensamientos. Siendo esto la clave para poder recuperar nuestra energía y hacer “una gran amistad” con nuestra mente.
-Formas o roles que puede adoptar la mente-
Primeramente, vamos a distinguir formas o roles que toma la mente para ocupar nuestros pensamientos, de tal modo que una vez que lo observamos y nos damos cuenta de ello podemos transcender esa forma tomando consciencia de ella como primer punto de partida. Algunas formas o roles, entre otras, podrían ser los siguientes:
- Crític@ interior/juez: a esta forma le interesa el dolor que ha recibido en el pasado y se caracteriza por falta de autoestima y por inseguridades. De ahí, ejerce un control mental a partir de la culpabilidad, las expectativas, las comparaciones y las palabras hirientes.
- El/la preocupad@: este rol no para de visualizar el catastrofismo a través de fantasías o suposiciones mentales. El miedo es la emoción base de sus sentimientos.
-Estos roles al observarlos se constata que hay en ellos una constante de pensamientos negativos y que, a la larga, si esta forma domina nuestra mente puede derivar en depresión y/o ansiedad.
- El/la reactor/ a – alborotador: esta forma está conformada por pensamientos que generan ira, frustración o dolor. Son desencadenados por una herida pasada que vuelve a nuestros recuerdos, activada por una situación, circunstancia o persona que nos transporta a esa vivencia. En este rol existe poca resistencia a los impulsos.
- Privador/a de sueño: en esta forma puede haber “varios los ocupantes” mencionados anteriormente.
-Creando una «nueva arquitectura» en nuestro cerebro.
Una vez que se ha producido ese “darse cuenta”, sería proceder a realizar un cambio o transformación en nuestra mente: ¿Cómo? Creando nuevos senderos por los cuales el cerebro transite de forma más tranquila o, al menos, diferente a lo conocido. ¿Esto que quiere decir? Que las personas tenemos la capacidad de cambiar “la arquitectura” de nuestro cerebro, a través de nuevas sinapsis de nuestras neuronas. Cada uno/a de nosotros/as tenemos el poder de cambiar nuestra mentalidad, paso a paso, con constancia, práctica y perseverancia. Y teniendo presente que nuestros pensamientos se convierten en materia, crean nuestra realidad, ya que nuestros propios pensamientos son energía, esa energía se está proyectando en una reacción derivada de nuestras emociones, lo cual nos lleva a “ser de una determinada manera”, a “responder de cierto modo”, a “sostener un patrón de conducta”, que es nuestra acción a cada momento, día tras día.
Pensamiento⇒Emoción⇒Reacción⇒Acción
¿Cómo vamos a “crear esa nueva arquitectura de nuestro cerebro?
1º Tomando consciencia de los pensamientos que estamos teniendo a través de la observación y cuál es la forma o rol que nuestra mente está adoptando (roles mencionados anteriormente).
2º Centrar nuestra mente en un único pensamiento: meta, sueño u objetivo y el cerebro se encargará del resto.
Esto se va a realizar a través del lóbulo frontal del cerebro[i], que es la parte responsable de procesos cognitivos complejos – sería como el “director de una orquesta”-. Representa el 40% de la totalidad del cerebro y cuando estamos concentrados o muy focalizados, actúa como un control del volumen. Esta parte al tener conexiones con todas las partes del cuerpo, puede aumentarlo o disminuirlo. Desde el campo de la psico-neuro-inmunología demuestra que existe una conexión muy ligada entre cuerpo y mente a través de esta parte de nuestro cerebro. Desde aquí se producen nuevas conexiones o “cableados”- sinapsis.
3º Realizando un ejercicio de reflexión sobre lo que se piensa.
Los pensamientos NO te definen, ni te convierten en mejor o peor persona. Tu eres más allá de esos pensamientos.
Cuando un razonamiento “destructivo” pase por la mente es necesario detenerse y evaluar si se adapta a la realidad. Se invitaría a que analizara como respondería si una amiga hablara de sí misma de esa manera lo más probable que le refutara su óptica pesimista.
4ª Trabajar en un diario de pensamientos.
De esta manera ayuda a organizar el pensamiento y favorece el autoconocimiento entre otros beneficios.
5º Práctica de la atención plena, ésta última tiene sus raíces en la meditación.
En ella, se va a llevar a cabo la práctica de separarse de tus pensamientos y emociones, para analizarlos como un observador externo. En este entrenamiento, se va a aprender a ver tus reflexiones y sentimientos como objetos que “flotan” frente a ti. De esa manera, tendrás la posibilidad de profundizar en las ideas o dejarlas pasar.
El objetivo: es no resistirse a las ideas o pensamientos, es observar que igual que vienen se van. Se intenta enfocar de forma total la atención en el momento presente.
6º Práctica de la meditación, puesto que es el medio más extraordinariamente poderoso de cambiar nuestras vidas a mejor.
Nos enseña a tranquilizar los pensamientos incontrolados de nuestra mente y a domar nuestras cambiantes emociones, abriendo espacio para una claridad que permite que surjan nuestra sabiduría instintiva y nuestra intuición, todo ello de la mano de una conexión profunda con nuestro ser. La meditación nos lleva a un estado de calma interior, al experimentarla, se descubre que, al relajarse y centrarse, la salud mental, emocional, física y energética mejora.
Una mente ordenada favorece un pensamiento más claro, una forma mejor de solucionar los problemas, y permite tomar decisiones de una manera más centrada.
Una meditación regular ayuda a liberar la cabeza el parloteo mental constante, de tal manera que podamos conseguir más control sobre nuestra propia mente y sobre cualquier reacción impulsiva, teniendo más claridad y eliminando juicios que están incrustados en todos nosotros por nuestras circunstancias sociales, familiares y personales.
La meditación es sentirse en un “estado de nada, llegar a la nada para estar en el Todo”.
La meditación es una potente herramienta que puede tranquilizar “ el combate mental” ejercido por nuestros pensamientos y llevarnos a nuestro yo auténtico, viviendo una existencia más relajada y pacífica.
[i] Los procesos cognitivos complejos llamados funciones ejecutivas que son operaciones mentales dirigidas hacia un fin que permiten el control conductual, es decir, posibilitan que podamos elegir, planificar y tomar decisiones voluntarias y conscientes: memoria de trabajo, autoconciencia, originalidad, creatividad, lenguaje y movimiento.

